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Mostrando entradas de julio, 2021

UN NIÑO MÁGICO / Mario Peralta

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  UN NIÑO MÁGICO Autor: ©Mario Peralta Fecha: Tokio, Agosto 2020 ¡Hola!  Me llamo Polito y quiero contarles una cosa rara que me sucedió recientemente; pero para que me comprendan mejor, debo explicarles un pedacito de mi infancia.  A mi corta edad de 12 años, yo era un cipote muy inquieto y no le hallaba puesto a mi existencia. En el periodo de vacaciones escolares de fin de año –las cuales eran de tres largos meses–, salía a “vagar” de vez en cuando por las calles y avenidas de la pequeña ciudad en la que vivía. En realidad, a esa edad la ciudad no se veía tan pequeña, la apreciación de pequeñez me vino posteriormente, al crecer y poder viajar hacia los países vecinos y luego a otros más y más lejanos, en los que pude ver ciudades enormes.    En ese entonces los mayores me decían que aprovechara las vacaciones leyendo obras literarias, ya que posteriormente en la escuela me las iban a pedir como tarea. Y sí, yo leía de vez en cuando algunas obras que estaban en la pequeña, pero nutri

EL ARMA EN EL HOMBRE (Robocop) / H.Castellanos Moya

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Novela  EL ARMA EN EL HOMBRE Autor: Horacio Castellanos Moya País: El Salvador Narrador: Mario Peralta Link Video YouTube con restricción https://youtu.be/iwOzIHLhwOk SINOPSIS Los miembros del pelotón lo apodaban Robocop, y era sargento en una tropa de asalto, pero fue desmovilizado tras los acuerdos de paz entre la guerrilla y el gobierno de una nación centroamericana.  Al reintegrarse a una supuesta vida civil, sólo conservó tres fusiles, ocho granadas de fragmentación, su pistola y un cheque por tres meses de salario. Robocop se dedicará entonces a la única labor para la que ha sido preparado: luchar. Y se integrará en distintas bandas que operan como comandos en el marco de una delicada transición política. Porque, para él, la violencia, más que necesidad es un oficio.  (A modo de introducción) Los del pelotón me decían Robocop. Pertenecí al batallón Acahuapa, a la tropa de asalto, pero cuando la guerra terminó, me desmovilización. Entonces quedé en el aire: mis únicas pertenencia

EL INSTANTE CONCEDIDO / María Agustina Hernández

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EL INSTANTE CONCEDIDO Autora: María Agustina Hernández País: Argentina Narrador: Mario Peralta Todos queríamos una explicación de lo sucedido. Nuestras conciencias, sin cuerpos, deambulaban en la oscuridad. de repente entendimos el espanto. Para Él toda la historia de la humanidad representó un instante y en realidad no era ni Él ni Ella. de nada servía la calificación en conducta porque ideas como cielo o infierno eran tan terrícolas como tarde y temprano. Fallamos porque fuimos malos o malísimos, no por naturaleza sino por decisión. La bondad era uno más de nuestros inventos para tratar de redimirnos. En el año 2050, en la Tierra nació el humano número diez mil millones. Su nacimiento completó el plan original: cuando nuestra raza llegara a esa cifra, desaparecería porque esa cantidad representaba el número final de personas vivas en el planeta al mismo tiempo. No importó si era hombre o mujer, dónde ocurrió o cuándo. En el momento de ese nacimiento dejamos de respirar, aunque estuvi

PANDEMIA y DÍAS INFAMES / André Cruchaga

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 PANDEMIA Y DÍAS INFAMES Autor: ANDRÉ CRUCHAGA País: El Salvador Narrador: Mario Peralta PANDEMIA Hay exceso de escoria en las sienes y fúnebres copas de musgo. Ya el sueño me ha hablado de las estrofas de veneno en el aliento, de la guerra que libramos con simples tapabocas, de la hoguera de hormigas y fatalidad cernidas en el alba, de los agujeros que alcanzan universos inéditos: todo sucede en el fermento de bocas y ojos: rueda hostil el hambre con la muerte, las jeringas manchadas de ataúdes y oscuros juegos. No existe ni en la fantasía inmunidad posible: cada escena es una bruma de trenes, amargo se disemina el confín de la luz, enlutada susurra la fragancia, espeso el viento de la neblina. Nadie duerme cuando se desdibujan las cobijas y es oscuro  el frasco del aroma, y en tu amanecer aparece la afonía de la noche con su hierro de capucha y ardientes alfileres. (Acaso en la encerrona no se hace más densa la agonía, la estocada de una lágrima, la claridad desnuda de dientes, la du

CHUCHÚ / Daniel Fermín Millán

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 C H U C H Ú "El miedo te acompaña, no se ha ido de ti  porque el video sigue ahí y cualquiera puede verlo." Autor: Daniel Fermín Millán País: Venezuela Narrador: Mario Peralta La primera vez que te dijeron que aparecías en el video no te lo tomaste en serio. La curiosidad y la insistencia hicieron que te sentaras a verlo. Una introducción con música de película de espías te pone en contexto: Banda delictiva Los Sin Techo. Homicidios, robo de vehículos, secuestros, venta de sustancias estupefacientes, paramilitarismo, cobro a comerciantes y habitantes de la zona. Un mapamundi animado, tomado de Google Earth, se acerca hasta Venezuela, hace zoom en Caracas y se detiene en El Cementerio, la misma zona en la que vives. Tú lees eso y no entiendes cómo es que puedes salir en algo así. Te tienen que estar jodiendo. Ves cómo una cámara graba a distancia a un grupo de personas que van armadas entre los cerros. Comienzan a aparecer nombres, de personas y de armas: "El Kimber"

CANCIÓN DE OTOÑO EN PRIMAVERA / Rubén Darío

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 Canción de otoño en primavera Autor: Rubén Darío País: Nicaragua Narrador: Mario Peralta Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer... Plural ha sido la celeste historia de mi corazón. Era una dulce niña, en este mundo de duelo y de aflicción. Miraba como el alba pura; sonreía como una flor. Era su cabellera obscura hecha de noche y de dolor. Yo era tímido como un niño. Ella, naturalmente, fue, para mi amor hecho de armiño, Herodías y Salomé... Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer... Y más consoladora y más halagadora y expresiva, la otra fue más sensitiva cual no pensé encontrar jamás. Pues a su continua ternura una pasión violenta unía. En un peplo de gasa pura una bacante se envolvía... En sus brazos tomó mi ensueño y lo arrulló como a un bebé... Y te mató, triste y pequeño, falto de luz, falto de fe... Juventud, divino tesoro, ¡te fuiste

M I E D O / Mario Peralta

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M I E D O Autor: ©Mario Peralta Tokio, Agosto 2020 Quería correr... pero no debía; el «judío» me iba a pegar. ¿Quién era ese? Nunca supe, nunca lo vi; pero me iba a doler, tenía miedo. Miedo… ¡Miedo! Había silencio, el cielo estaba nublado, la casa estaba triste, no entendía... ¡nunca entendí! «Es día santo» decía mi abuela... «A esta hora estaba en el Gólgota»... ¿Dónde era eso? Nunca supe, debía ser feo. «¡Estáte en juicio! ¡Estáte en juicio!»... repetía mi abuela. Me quedé quieto... miraba el patio, cuadrado, sucio y gris. Miraba el cielo.. estaba gris, quieto, no había pájaros, no había música, reinaba el silencio, hasta el perico en su jaula... ¡callaba! ¿Qué día era? es mediodía, gris, oscuridad… ( . . . ) Llegó la noche... ¡Y lo vi!... Con un gabán blanco, una túnica morada, con una cruz a cuestas, y su cara... ¡chorreando sangre! por la corona de espinas… ¡Eh! ¡tengo miedo! ¿Por qué? pregunté... «Murió por nosotros» decía mi abuela. No entendía, no entendí. Era de noche, veía s

POEMAS / Tomás Andréu

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POEMAS de Tomás Andréu Autor: Tomás Andréu País: El Salvador Narrador: Mario Peralta AUGURIO Moriré loco, maldiciendo nombres terrenales y celestes,  haciendo epitafios en piedras y árboles de muertos que nunca vivieron. Moriré entre las multitudes, como mueren los verdaderos solitarios: entre voces propias y ajenas, entre cruces y nombres desconocidos, entre aguas enfermas y aromas de flores extrañas, entre horas prestadas y compañías hostiles,  entre el destierro de tus brazos que nunca me conocieron, entre el miedo interminable de quien no conoció y siempre supo su destino. Moriré loco, moriré en mi exilio interior, donde ningún alambrado me venció,  donde los frutos fueron siempre longevos y las tardes una calma gris, como aquella de la que no volví mientras escribía en una piedra tu nombre. OQUEDAD Somos efímeros: un relámpago en medio de la noche sería más longevo que toda nuestra existencia y el fulgor de una hebra de tabaco,  ardería más que todos nuestros sueños. Somos decaden